Se habla mucho sobre cultura empresarial en los pasillos, en las reuniones y los diferentes eventos que se organizan al interior de las empresas. Las redes sociales están llenas de artículos sobre empresas que le dan mucha importancia a este ámbito. Los trabajadores evalúan la cultura empresarial y es común hablar de ella en las entrevistas de trabajo.
Pero, ¿de qué se trata la cultura empresarial? La cultura es la forma en que las personas interactúan entre sí todos los días, y una cultura de alto rendimiento es aquella que inspira a los trabajadores a rendir al máximo.
Las empresas con una cultura de alto rendimiento son más rentables y tienen menos rotación. Una estrategia sólida de gestión del talento es clave para construir una cultura centrada en los resultados, al mismo tiempo que involucra y motiva a los trabajadores.
En Bolivia, los profesionales de Recursos Humanos están en la obligación de llevar adelante propuestas que ayudarán a crear una cultura para impulsar el rendimiento empresarial. Te recomiendo lo siguiente:
Empieza por identificar los valores de su empresa. Identifica en qué situaciones o actividades cotidianas podemos ver estos valores. Son estos los que definen lo que la compañía representa y guían la interacción entre trabajadores y también con los clientes.
He trabajado en empresas que no tienen un norte respecto a sus valores y comportamientos. Esto hace que la interacción entre la Gerencia y los trabajadores no sea de las mejores, porque al no saber cuál es nuestra cultura no podemos definir claramente qué tipo de personas debemos contratar. Esto a la larga, genera malestar al interior.
Pongamos un ejemplo. Una cultura centrada en las puertas abiertas, otorga a todos los trabajadores no solo el derecho a hablar de manera directa con cualquier miembro del equipo, sino la obligación de ser transparente y directo al momento de identificar errores, infracciones o fallas en el procedimiento de trabajo.
El siguiente paso en la construcción de una cultura para impulsar el rendimiento empresarial es la comunicación. Comunicar los valores recién definidos a todos los empleados. Hazlo claro y simple. Los empleados necesitan saber cómo se espera que actúen, así que aclara qué significan estos valores en el trabajo diario.
Y finalmente, integra los valores en cada proceso de administración de talento y usa esos valores al momento de contratar y capacitar. Realiza preguntas de la entrevista para identificar a las personas que demuestran los valores de la empresa. Incorpora los valores en los programas de aprendizaje y desarrollo. Evalúa qué tan bien los líderes y los trabajadores modelo demuestran los valores y bríndales retroalimentación durante su revisión de desempeño. Aclara aquello que es esencial para la empresa y asegúrate de poder decir a todo el personal cómo se ve reflejado esto en su día a día.
El cambio no se producirá rápidamente, es un proceso a mediano plazo, pero tener una guía para que todos los integrantes la sigan, es el inicio para obtener ese alto rendimiento que esperamos.
Luis Trino
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